También conocido
            como Kinkajou en Brasil o Sacha-Perro. Pertenece a la
            familia de los prociónidos, junto al mapache
            nortemamericano, al coatí o achuni, y a sus
            parientes de asia el Oso Panda y el panda Menor.
            La chosna alcanza
            una altura de entre 42 y 58 centímetros, y un peso
            de entre dos y cinco kilogramos. Su cola de 40 a 50
            centímetros es casi tan larga como su cuerpo la cual
            utiliza para asegurarse mientras trepa. Su pelaje
            tupido y aterciopelado es amarronado en la espalda,
            mientras que en la parte inferior es amarillento.
            A los kinkajous
            les gusta lamer miel y comer pulpa de frutas con sus
            largas lenguas (en realidad larguísimas). Comen
            también flores, brotes, insectos, pequeños
            mamíferos, nueces y huevos. 
            La mayoría de los
            c
hosnas son animales solitarios.
            No poseen un
            período de apareamiento determinado. Durante la
            primavera o el verano, luego de un período de
            gestación de alrededor de 120 días, la hembra
            generalmente da a luz una sola cría, a la cual
            amamanta durante aproximadamente cuatro meses. Existe
            un animado contacto vocal entre madre y cría. Las
            hembras se vuelven sexualmente maduras a la edad de
            30 meses, mientras que los machos lo hacen a los 18
            meses. 
            Su período de
            vida es de unos 20 años.
            En Perú las
            tribus nativas las cazan para comerlas. Criados en
            cautiverio son dóciles, gustan de las cosas dulces y
            suaves, les encanta los chocolates, gustan mucho de
            los plátanos pero no desprecian una buena
            hamburguesa. Son excelentes mascotas, gustan de que
            se les acaricie y jueguen con ellos, pero mientras
            son menores requieren mucha atención.
            La chosna habita
            en la selva tropical del centro y sur de América,
            desde Méjico meridional hasta Brasil. Como resultado
            de su modo de vida nocturna, que pasa en la copa de
            los árboles, es capaz de ocupar el mismo hábitat
            utilizado por los monos del nuevo mundo (platirrinos)
            y los monos capuchinos durante el día.
            Las Chosnas son
            aún bastante comunes en las áreas boscosas pero la
            destrucción de la selva los está amenazando,
            especialmente en América Central.