El shock (conmoción) es la perturbación de las
funciones vitales del organismo por causas variadas
que se caracterizan por la pérdida total o parcial de la
conciencia. Ante estos casos se debe dar un tratamiento
efectivo e inmediato ya que el shock puede llevar a la
muerte.
Atendiendo
a las causas que lo originan el shock puede ser:
1/ Traumático. Cuando se origina como consecuencia
de grandes traumatismos, grandes fracturas, grandes
heridas, fracturas múltiples, quemaduras extensas,
aplastamiento de miembros, fuertes golpes en el abdomen,
etc.
2/ Circulatorio. Cuando se produce por un descenso brusco
de la tensión arterial o por pérdida de sangre.
3/ Psíquico. Desencadenado por una fuerte emoción como
por ejemplo el gran pánico de un herido o confusión y
desmoralización por ver heridas ajenas.
El Shock
también puede ser producido por hambre, frío, cansancio
físico o moral.
Los síntomas de shock pueden ser variados dependiendo de
la cíase de shock que se trate, pero en forma general
los síntomas que más frecuentemente se presentan son:
Piel pálida y fría
Sudor Frío y Meloso
Pulso débil y rápido (más de 110 pulsaciones por
minuto)
Amodorramiento, debilidad general
Apatía, desinterés por cuanto rodea
Castañeteo de dientes
Pupilas ligeramente dilatadas
Puede perder el sentido
TRATAMIENTO:
Se debe acostar al paciente en posición de cubito
dorsal (de espaldas) excepto en caso de vómitos,
en que irá de cubito ventral (de pecho) con la cabeza a
un lado. Esta posición también se usará en caso de
sangrado en la región maxilo-facial (Parte inferior de
la cara).
Se levantará los pies del paciente unos 30cm del piso,
para ayudarle a que la sangre fluya a la cabeza más
fácilmente.
Se le debe abrigar con moderación, especialmente en
manos y pies.
Si está consciente se le dará a beber bebida tibias
(café) y si fuera preciso unas pastillas para el dolor.